Poema NN

En el principio Adán fantaseaba en medio de su onanismo, con las cabras, jumentos, jirafas, alguno que otro león de magnifica cabellera y de testículos esponjados por el benigno sol paradisíaco; su leche preñaba con rotundo esplendor las aguas del Éufrates y el Tigris para engendrar criaturas acuáticas de color y tonalidades múltiples similares los de las piedras preciosas que a cielo abierto se amontaban sobre la tierra inmaculada del Jardín edénico.  La siniestra creada en semejanza a la del Padre Celestial, agitaba con violento frenetismo la primera bolsa testicular. Aquel movimiento continuo, repetitivo, expelía un olor tan dulce como el Jasminum ¡Oh regalo del gran Arquitecto!  

La vigilia nocturna descendía en su carruaje brillante ataviado de estrellas sobre la imaginación de aquel hombre de completas costillas. Nuevamente, el impulso enrojecía el glande pletórico de  roja sangre. El horizonte en alba recibía cíclicamente el cremoso baño de líquido perlado. Quien por capricho del Eterno fuera arrancado del barro, vibraba carnalmente más bello que todo, más bello que la virginal tierra, más bello que la celestial morada desde donde el gran ojo refulgía de malsano resquemor.

El ocio eterno delimitado  por el alfa y el omega pondría en marcha una ruin inventiva: Mutilar al espléndido Onanista para evitar que fuera más bello, más salvaje que los salvajes, más Dios que Dios. De la caja torácica, el carnicero extrajo un hueso, para erigir la desdicha en el agreste e indomable espíritu. El llanto de las jirafas, las cabras y los jumentos con desgarrado dolor desbordaron el cauce de los ríos; los leones encogidos de testículos rugieron tristemente. Adormilado Adán despertó sintiéndose vacío; abajo  enhiesto su bálano y arriba su convaleciente mirada, dieron con una criatura extraña a la cual por instinto se fundió por un prolongado momento. Creyéndose lleno de nuevo, el Onanista se hizo a la noche y busco mojarla, busco nuevamente perlar el alba, pero se dio cuenta que su belleza había desaparecido.

                                                                               Náusea Dvida